Definición
Las neuropatías ópticas son enfermedades que pueden llegar a dañar gravemente a la visión, causando una pérdida abrupta o progresiva de la función visual en uno o ambos ojos.
Unimos aquí a todas las causas de daño del nervio óptico diferentes a una neuritis óptica o un glaucoma. Son además importantes para la salud general del paciente, puesto que la causa subyacente puede tener otras complicaciones sistémicas. Estas enfermedades neuroftalmológicas suelen ser consecuencia de una patología sistémica de base y, muy frecuentemente, crónica, que el paciente comienza a experimentar por síntomas visuales, como visión borrosa o alteraciones en la percepción de los colores.
¿Por qué se producen?
Estas patologías neuroftalmológicas se producen por daños en diferentes regiones del nervio óptico, y las podremos dividir en función de la naturaleza del daño causal:
- Neuropatías ópticas isquémicas: son el tipo más común y se caracterizan por un déficit en la irrigación del nervio óptico, que genera que no recibe el oxígeno necesario, produciendo la muerte irreparable de las neuronas. Esta situación también es llamada “infarto del nervio óptico” y afecta a pacientes que pueden tener antecedentes, o sufrir en otro momento, infarto en otras localizaciones como el corazón o el cerebro.
Por otro lado, otras neuropatías isquémicas se deben a la inflamación causada por una enfermedad conocida como artritis de células gigantes, que afecta a personas de avanzada edad y que se asocia a un trastorno llamado polimialgia reumática. En estos casos, la pérdida visual es bilateral y grave en un corto periodo de tiempo si no se instaura tratamiento rápido y agresivo con esteroides endovenosos.
- Neuropatías ópticas compresivas: están causadas por tumores o aneurismas que suelen presionar el nervio óptico, provocando una disminución de la agudeza visual.
- Neuropatías ópticas tóxico-carenciales: hábitos como una mala alimentación, el consumo de alcohol o el tabaco pueden causar este tipo de neuropatías, ocasionando pérdida de visión.
- Neuropatías ópticas hereditarias: suelen comenzar en edad infantil, aunque dependiendo del tipo, pueden manifestarse hasta casi cualquier edad. Suelen existir antecedentes familiares, aunque no siempre son conocidos. Se suele producir una afectación de ambos ojos de forma progresiva y simétrica, salvo en el caso de la neuropatía óptica de Leber. La forma más común es la atrofia óptica dominante.
- Neuropatías ópticas traumáticas: tienen su origen en un traumatismo, que secciona el nervio, lo alarga, o lo inflamada, causando disminución o pérdida total de la visión del ojo afectado.
Síntomas
Las neuropatías ópticas pueden provocar:
- Pérdida de visión progresiva o abrupta, central o del campo visual.
- Visión doble.
- Alteraciones en la visión de los colores.
- Síntomas derivados de la causa de base.
Diagnóstico
Para diagnosticar una neuropatía óptica, además de una completa exploración oftalmológica, generalmente, suelen ser necesarias pruebas complementarias, como una resonancia magnética o una analítica sanguínea.
Las pruebas visuales más frecuentes son:
- La campimetría.
- El test de colores.
- La OCT posterior.
- Los pruebas de electrofisiología.
- La angiografía.
Tratamiento
En la mayoría de casos, las neuropatías ópticas suelen tener mal pronóstico, ya que carecen de tratamiento debido a que la muerte de las fibras nerviosas es irreparable, por eso la detección precoz es fundamental siempre que sea posible.
En los casos que tengamos un agente causal tratable, como por ejemplo una compresión por un tumor o un infarto por una arteritis, el tratamiento será el de la patología de base.
Fuente: IMO