
Afectan a esta estructura ocular, responsable de hacer llegar la luz
Las neuropatías ópticas son enfermedades que pueden llegar a dañar gravemente a la visión, causando una pérdida abrupta o progresiva de la función visual en uno o ambos ojos.
Unimos aquí a todas las causas de daño del nervio óptico diferentes a una neuritis óptica o un glaucoma. Son además importantes para la salud general del paciente, puesto que la causa subyacente puede tener otras complicaciones sistémicas. Estas enfermedades neuroftalmológicas suelen ser consecuencia de una patología sistémica de base y, muy frecuentemente, crónica, que el paciente comienza a experimentar por síntomas visuales, como visión borrosa o alteraciones en la percepción de los colores.
Estas patologías neuroftalmológicas se producen por daños en diferentes regiones del nervio óptico, y las podremos dividir en función de la naturaleza del daño causal:
Por otro lado, otras neuropatías isquémicas se deben a la inflamación causada por una enfermedad conocida como artritis de células gigantes, que afecta a personas de avanzada edad y que se asocia a un trastorno llamado polimialgia reumática. En estos casos, la pérdida visual es bilateral y grave en un corto periodo de tiempo si no se instaura tratamiento rápido y agresivo con esteroides endovenosos.
Las neuropatías ópticas pueden provocar:
Para diagnosticar una neuropatía óptica, además de una completa exploración oftalmológica, generalmente, suelen ser necesarias pruebas complementarias, como una resonancia magnética o una analítica sanguínea.
Las pruebas visuales más frecuentes son:
En la mayoría de casos, las neuropatías ópticas suelen tener mal pronóstico, ya que carecen de tratamiento debido a que la muerte de las fibras nerviosas es irreparable, por eso la detección precoz es fundamental siempre que sea posible.
En los casos que tengamos un agente causal tratable, como por ejemplo una compresión por un tumor o un infarto por una arteritis, el tratamiento será el de la patología de base.
Fuente: IMO